7. Y el rey, oyendo esto, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó á aquellos homicidas, y puso fuego á su ciudad.
8. Entonces dice á sus siervos: Las bodas á la verdad están aparejadas; mas los que eran llamados no eran dignos.
9. Id pues á las salidas de los caminos, y llamad á las bodas á cuantos hallareis.
10. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron á todos los que hallaron, juntamente malos y buenos: y las bodas fueron llenas de convidados.
11. Y entró el rey para ver los convidados, y vió allí un hombre no vestido de boda.
12. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Mas él cerró la boca.
13. Entonces el rey dijo á los que servían: Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes.
14. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
15. Entonces, idos los Fariseos, consultaron cómo le tomarían en alguna palabra.
16. Y envían á él los discípulos de ellos, con los Herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te curas de nadie, porque no tienes acepción de persona de hombres.
17. Dinos pues, ¿qué te parece? ¿es lícito dar tributo á César, ó no?
18. Mas Jesús, entendida la malicia de ellos, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
19. Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
20. Entonces les dice: ¿Cúya es esta figura, y lo que está encima escrito?
21. Dícenle: De César. Y díceles: Pagad pues á César lo que es de César, y á Dios lo que es de Dios.
22. Y oyendo esto, se maravillaron, y dejándole se fueron.