25. Fueron pues, entre nosotros siete hermanos: y el primero tomó mujer, y murió; y no teniendo generación, dejó su mujer á su hermano.
26. De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete.
27. Y después de todos murió también la mujer.
28. En la resurrección pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer? porque todos la tuvieron.
29. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios.
30. Porque en la resurrección, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres marido; mas son como los ángeles de Dios en el cielo.
31. Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os es dicho por Dios, que dice:
32. Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
33. Y oyendo esto las gentes, estaban atónitas de su doctrina.
34. Entonces los Fariseos, oyendo que había cerrado la boca á los Saduceos, se juntaron á una.
35. Y preguntó uno de ellos, intérprete de la ley, tentándole y diciendo:
36. Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la ley?
37. Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente.
38. Este es el primero y el grande mandamiento.