40. De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo.
41. Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad,
42. Y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes.
43. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre: el que tiene oídos para oir, oiga.
44. Además, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
45. También el reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas;
46. Que hallando una preciosa perla, fué y vendió todo lo que tenía, y la compró.
47. Asimismo el reino de los cielos es semejante á la red, que echada en la mar, coge de todas suertes de peces:
48. La cual estando llena, la sacaron á la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera.
49. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán á los malos de entre los justos,