Mateo 13:10-30 Reina-Valera Antigua (RVES)

10. Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

11. Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido.

12. Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

13. Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

14. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no miraréis.

15. Porque el corazón de este pueblo está engrosado, Y de los oídos oyen pesadamente, Y de sus ojos guiñan: Para que no vean de los ojos, Y oigan de los oídos, Y del corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.

16. Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

17. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oir lo que oís, y no lo oyeron.

18. Oid, pues, vosotros la parábola del que siembra:

19. Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el malo, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: éste es el que fué sembrado junto al camino.

20. Y el que fué sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.

21. Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal que venida la aflicción ó la persecución por la palabra, luego se ofende.

22. Y el que fué sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y hácese infructuosa.

23. Mas el que fué sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta.

24. Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo:

25. Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fué.

26. Y como la hierba salió é hizo fruto, entonces apareció también la cizaña.

27. Y llegándose los siervos del padre de la familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿de dónde, pues, tiene cizaña?

28. Y él les dijo: Un hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la cojamos?

29. Y él dijo: No; porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo.

30. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré á los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi alfolí.

Mateo 13