7. Y como entendió que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió á Herodes, el cual también estaba en Jerusalem en aquellos días.
8. Y Herodes, viendo á Jesús, holgóse mucho, porque hacía mucho que deseaba verle; porque había oído de él muchas cosas, y tenía esperanza que le vería hacer alguna señal.
9. Y le preguntaba con muchas palabras; mas él nada le respondió:
10. Y estaban los príncipes de los sacerdotes y los escribas acusándole con gran porfía.
11. Mas Herodes con su corte le menospreció, y escarneció, vistiéndole de una ropa rica; y volvióle á enviar á Pilato.
12. Y fueron hechos amigos entre sí Pilato y Herodes en el mismo día; porque antes eran enemigos entre sí.
13. Entonces Pilato, convocando los príncipes de los sacerdotes, y los magistrados, y el pueblo,
14. Les dijo: Me habéis presentado á éste por hombre que desvía al pueblo: y he aquí, preguntando yo delante de vosotros, no he hallado culpa alguna en este hombre de aquéllas de que le acusáis.
15. Y ni aun Herodes; porque os remití á él, y he aquí, ninguna cosa digna de muerte ha hecho.
16. Le soltaré, pues, castigado.
17. Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta.
18. Mas toda la multitud dió voces á una, diciendo: Quita á éste, y suéltanos á Barrabás:
19. (El cual había sido echado en la cárcel por una sedición hecha en la ciudad, y una muerte.)
20. Y hablóles otra vez Pilato, queriendo soltar á Jesús.
21. Pero ellos volvieron á dar voces, diciendo: Crucifícale, crucifícale.
22. Y él les dijo la tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ninguna culpa de muerte he hallado en él: le castigaré, pues, y le soltaré.