Lucas 23:29-49 Reina-Valera Antigua (RVES)

29. Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron.

30. Entonces comenzarán á decir á los montes: Caed sobre nosotros: y á los collados: Cubridnos.

31. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué se hará?

32. Y llevaban también con él otros dos, malhechores, á ser muertos.

33. Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron allí, y á los malhechores, uno á la derecha, y otro á la izquierda.

34. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.

35. Y el pueblo estaba mirando; y se burlaban de él los príncipes con ellos, diciendo: A otros hizo salvos: sálvese á sí, si éste es el Mesías, el escogido de Dios.

36. Escarnecían de él también los soldados, llegándose y presentándole vinagre,

37. Y diciendo: Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate á ti mismo.

38. Y había también sobre él un título escrito con letras griegas, y latinas, y hebraicas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.

39. Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate á ti mismo y á nosotros.

40. Y respondiendo el otro, reprendióle, diciendo: ¿Ni aun tú temes á Dios, estando en la misma condenación?

41. Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo.

42. Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino.

43. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

44. Y cuando era como la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.

45. Y el sol se obscureció: y el velo del templo se rompió por medio.

46. Entonces Jesús, clamando á gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, espiró.

47. Y como el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria á Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.

48. Y toda la multitud de los que estaban presentes á este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían hiriendo sus pechos.

49. Mas todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.

Lucas 23