44. Y te derribarán á tierra, y á tus hijos dentro de ti; y no dejarán sobre ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
45. Y entrando en el templo, comenzó á echar fuera á todos los que vendían y compraban en él.
46. Diciéndoles: Escrito está: Mi casa, casa de oración es; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
47. Y enseñaba cada día en el templo; mas los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los principales del pueblo procuraban matarle.
48. Y no hallaban qué hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.