60. Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.
61. Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame de este nombre.
62. Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.
63. Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
64. Y luego fué abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo á Dios.
65. Y fué un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.