17. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla á tomar.
18. Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
19. Y volvió á haber disensión entre los Judíos por estas palabras.
20. Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿para qué le oís?
21. Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?
22. Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalem; y era invierno;