14. Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación;
15. Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,
16. Y reconciliar por la cruz con Dios á ambos en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades.
17. Y vino, y anunció la paz á vosotros que estabais lejos, y á los que estaban cerca:
18. Que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
19. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino juntamente ciudadanos con los santos, y domésticos de Dios;
20. Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo;
21. En el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un templo santo en el Señor:
22. En el cual vosotros también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu.