19. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20. Así que, por sus frutos los conoceréis.
21. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23. Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
24. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.