5. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
6. y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
7. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
8. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
9. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
10. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11. Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
12. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
13. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
15. Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra.
16. Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
17. Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
18. Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas?
19. Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
20. Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción?
21. Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.