9. El que tiene oídos para oír, oiga.
10. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11. Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
12. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:De oído oiréis, y no entenderéis;Y viendo veréis, y no percibiréis.
15. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,Y con los oídos oyen pesadamente,Y han cerrado sus ojos;Para que no vean con los ojos,Y oigan con los oídos,Y con el corazón entiendan,Y se conviertan,Y yo los sane.
16. Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
18. Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:
19. Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste es el que fue sembrado junto al camino.
20. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;