8. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
9. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
10. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
11. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte,
12. y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre,
13. invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a éstas.
14. Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended:
15. Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.
16. Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
17. Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola.