51. Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
52. Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos.
53. Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.
54. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?
55. Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;