San Lucas 14:20-34 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

20. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.

21. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.

22. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.

23. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.

24. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.

25. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:

26. Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

27. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

28. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

29. No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,

30. diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

31. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

32. Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.

33. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

34. Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?

San Lucas 14