61. Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.
62. Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar.
63. Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
64. Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios.