13. Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos.
14. Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.
15. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?
16. Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
17. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
18. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.