Lamentaciones 2:10-14 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

10. Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sion;Echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio;Las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.

11. Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas,Mi hígado se derramó por tierra a causa del quebrantamiento de la hija de mi pueblo,Cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.

12. Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino?Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad,Derramando sus almas en el regazo de sus madres.

13. ¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de Jerusalén?¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sion?Porque grande como el mar es tu quebrantamiento; ¿quién te sanará?

14. Tus profetas vieron para ti vanidad y locura;Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio,Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.

Lamentaciones 2