8. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
9. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
10. Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella,
11. aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.
12. Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
13. Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
14. llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
15. y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
16. Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa.
17. Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme.