10. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
11. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?
12. Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.