14. como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15. sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16. porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
17. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
18. sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19. sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
20. ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,