4. Dije a los arrogantes: No os jactéis; y a los malvados: No os jactéis del poder;
5. no hagáis alarde de vuestro poder; no habléis con cerviz erguida.
6. Porque ni del oriente, ni del occidente ni del desierto viene el enaltecimiento.
7. Mas Dios es el juez; a uno abate y a otro enaltece.