1. Oíd esto, pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo,
2. tanto los plebeyos como los nobles, el rico y el pobre juntamente.
3. Mi boca hablará sabiduría, y el pensamiento de mi corazón, entendimiento.
4. Inclinaré al proverbio mi oído; declararé con el arpa mi enigma.
5. ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis perseguidores me rodee?