Romanos 7:6-15 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

6. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquélla en la cual estábamos sujetos, de modo que sirvamos en novedad de espíritu, y no en lo viejo de la letra.

7. ¿Qué, pues, diremos? ¿La ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado sino por la ley, y tampoco hubiera conocido la lujuria, si la ley no dijera: No codiciarás.

8. Pero el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda concupiscencia; porque sin la ley el pecado está muerto.

9. Así que, yo sin la ley viví en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí.

10. Y hallé que el mandamiento, que era para vida, para mí era muerte;

11. porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.

12. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento es santo, y justo y bueno.

13. Entonces, ¿lo que es bueno vino a ser muerte para mí? No; sino que el pecado, para mostrarse como pecado, por lo que es bueno produjo en mí la muerte, para que, mediante el mandamiento, el pecado llegase a ser pecaminoso en extremo.

14. Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado.

15. Porque lo que hago, no lo entiendo, ni hago lo que quiero; antes bien, lo que aborrezco, eso hago.

Romanos 7