Mateo 13:16-28 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

16. Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

17. Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

18. Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:

19. Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino.

20. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra y de inmediato la recibe con gozo.

21. Pero no tiene raíz en sí, sino que es temporal, y cuando viene la aflicción o la persecución por la palabra, en seguida se ofende.

22. Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

23. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que da fruto; y da uno a ciento, y otro a sesenta y otro a treinta por uno.

24. Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que sembró buena semilla en su campo.

25. Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

26. Y cuando la hierba brotó y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.

27. Y viniendo los siervos del padre de familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

28. Y él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?

Mateo 13