31. porque enseñaba a sus discípulos y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; y después de haber muerto, resucitará al tercer día.
32. Pero ellos no entendían esta palabra y tenían miedo de preguntarle.
33. Y llegó a Capernaúm; y estando en casa, les preguntó: ¿Qué discutíais entre vosotros por el camino?
34. Pero ellos callaron, porque los unos con los otros habían discutido por el camino quién había de ser el mayor.