11. Y por todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio contra ellos. De cierto os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.
12. Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen.
13. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.
14. Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio, y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por tanto, poderes milagrosos actúan en él.
15. Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es profeta, o alguno de los profetas.
16. Y oyéndolo Herodes, dijo: Éste es Juan, el que yo decapité; él ha resucitado de los muertos.
17. Porque el mismo Herodes había enviado a apresar a Juan y le había encadenado en la cárcel a causa de Herodías, esposa de Felipe, su hermano; pues la había tomado por esposa.
18. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la esposa de tu hermano.
19. Mas Herodías le acechaba y deseaba matarle. Pero no podía,
20. porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y le tenía respeto; y oyéndole, hacía muchas cosas; y le oía de buena gana.
21. Y llegó un día oportuno en que Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, daba una cena a sus príncipes y tribunos, y a los principales de Galilea;
22. y entró la hija de Herodías y danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa, y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras, que yo te lo daré.
23. Y le juró: Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.
24. Y saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista.
25. Entonces ella entró prontamente ante el rey, y pidió diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
26. Y el rey se entristeció mucho, pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desairarla.
27. Y en seguida el rey, enviando a uno de la guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan;
28. el guardia fue y lo decapitó en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.