34. Y ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
35. Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima de aquél.
36. Y yendo él, tendían sus mantos por el camino.
37. Y cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,