33. Y reinará en la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.
34. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque no conozco varón.
35. Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.