20. Mira, oh Jehová, y considera a quién has tratado así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos que criaban con cariño? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?
21. Niños y viejos yacen por tierra en las calles; mis vírgenes y mis jóvenes han caído a espada. Mataste en el día de tu furor, degollaste y no perdonaste.
22. Has convocado mis temores de todas partes, como en día de fiesta solemne. Y en el día del furor de Jehová no hubo quien escapase ni quedase vivo; a los que crié y cuidé, mi enemigo los aniquiló.