22. No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se escondan los que hacen maldad.
23. Porque él no impone plazo al hombre para que vaya ante Dios a juicio.
24. Él quebrantará a los fuertes sin indagación, y hará estar a otros en su lugar.
25. Por tanto, él conoce las obras de ellos, y los trastorna en la noche, y son quebrantados.
26. Como a malos, los herirá en lugar donde sean vistos,
27. por cuanto se apartaron de él y no consideraron ninguno de sus caminos,
28. haciendo que el clamor del pobre llegase a él, y que oyera el clamor de los necesitados.
29. Y si él da reposo, ¿quién condenará? Si esconde el rostro, ¿quién le mirará? Esto sobre una nación y lo mismo sobre un hombre,
30. a fin de que no reine el hombre impío ni ponga trampas al pueblo.