Jeremías 46:4-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. ¡Uncid los caballos y montadlos, vosotros los jinetes! ¡Y presentaos con los yelmos puestos; limpiad las lanzas, poneos las corazas!

5. ¿Por qué los veo aterrados, retrocediendo? Sus valientes fueron derrotados y huyen de prisa, sin mirar atrás; hay miedo por todas partes, dice Jehová.

6. No huya el ligero, ni el valiente escape; al norte, junto a la ribera del Éufrates, tropezarán y caerán.

7. ¿Quién es éste que sube como el Nilo y cuyas aguas se mueven como ríos?

8. Egipto, como el Nilo, se ensancha, y sus aguas se mueven como ríos, y dijo: Subiré, cubriré la tierra, destruiré la ciudad y a los que en ella moran.

9. Subid, caballos, y corred con furor, carros; y salgan los valientes: los de Etiopía y los de Fut que toman escudo, y los de Lud que toman y tensan arco.

10. Mas ese día será para Jehová Dios de los ejércitos día de venganza para vengarse de sus enemigos; y la espada devorará, y se saciará y se embriagará de la sangre de ellos; porque sacrificio será para Jehová Dios de los ejércitos, en la tierra del norte, junto al río Éufrates.

11. Sube a Galaad y consigue bálsamo, oh virgen hija de Egipto; en vano multiplicarás las medicinas; no hay curación para ti.

12. Las naciones oyeron de tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra; porque el valiente tropezó contra el valiente, y ambos cayeron juntos.

13. La palabra que habló Jehová al profeta Jeremías acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto:

14. Anunciad en Egipto y haced saber en Migdol; haced saber también en Menfis y en Tafnes; decid: Ponte en pie y prepárate, porque la espada devorará tu comarca.

15. ¿Por qué han sido derribados tus valientes? No se mantuvieron firmes, porque Jehová los ha empujado.

16. Multiplicó los caídos, y cada uno cayó sobre su compañero, y dijeron: Levántate y volvamos a nuestro pueblo y a la tierra de nuestro nacimiento, de delante de la espada opresora.

17. Allí gritaron: ¡Faraón, rey de Egipto, no es más que ruido; dejó pasar el tiempo señalado!

Jeremías 46