Jeremías 38:5-14 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

5. Y dijo el rey Sedequías: He aquí que él está en vuestras manos, pues el rey nada puede hacer contra vosotros.

6. Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y bajaron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno.

7. Y cuando oyó Ebed-melec, el etíope, eunuco que estaba en casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,

8. Ebed-melec salió de la casa del rey y habló al rey, diciendo:

9. Mi señor, el rey, mal hicieron estos hombres en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, a quien hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.

10. Entonces mandó el rey al mismo etíope Ebed-melec, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera.

11. Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres y entró en la casa del rey, debajo de la tesorería, y tomó de allí ropas raídas y trapos viejos, y los bajó con sogas a Jeremías en la cisterna.

12. Y dijo el etíope Ebed-melec a Jeremías: Pon ahora esas ropas raídas y esos trapos viejos bajo tus brazos, debajo de las sogas. Y así lo hizo Jeremías.

13. De este modo sacaron a Jeremías con sogas y lo subieron de la cisterna; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.

14. Después envió el rey Sedequías e hizo traer al profeta Jeremías a su presencia, en la tercera entrada de la casa de Jehová. Y dijo el rey a Jeremías: Te hago una pregunta; no me ocultes ninguna cosa.

Jeremías 38