Jeremías 13:4-11 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

4. Toma el cinto que compraste, que está sobre tus lomos, y levántate, y ve al Éufrates y escóndelo allá en la hendidura de una peña.

5. Fui, pues, y lo escondí junto al Éufrates, como Jehová me había mandado.

6. Y sucedió que al cabo de muchos días me dijo Jehová: Levántate, y ve al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allá.

7. Entonces fui al Éufrates, y cavé y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido; ya no servía para nada.

8. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

9. Así ha dicho Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá y la mucha soberbia de Jerusalén.

10. Este pueblo malo, que no quiere escuchar mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos para servirles y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto que ya no sirve para nada.

11. Porque como el cinto se ajusta a los lomos del hombre, así hice que se ajustara a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová, para que fuesen mi pueblo y para renombre, y para alabanza y para honra; pero no escucharon.

Jeremías 13