5. Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación y mis brazos juzgarán a los pueblos; en mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza.
6. Alzad a los cielos vuestros ojos y mirad abajo a la tierra, porque los cielos se desvanecerán como el humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir; y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre y mi justicia no perecerá.
7. Oídme, los que conocéis rectitud, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre ni tengáis miedo de sus ultrajes.
8. Porque como a vestidura los comerá la polilla, como a lana los comerá el gusano; pero mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salvación de generación en generación.