25. Del norte desperté a uno, y vendrá; del nacimiento del sol invocará mi nombre; y pisoteará príncipes como a lodo, como pisotea al barro el alfarero.
26. ¿Quién lo declaró desde el principio, para que lo supiéramos; o de tiempo atrás, para que dijéramos: Es justo? Ciertamente no hay quien lo declare; sí, no hay quien lo anuncie; ciertamente no hay quien oiga vuestras palabras.
27. He aquí, yo soy el primero que he declarado estas cosas a Sión, y a Jerusalén daré un portador de buenas nuevas.