Hechos 8:21-29 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

21. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.

22. Arrepiéntete, pues, de ésta tu maldad y ruega a Dios, y quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;

23. porque en hiel de amargura y en cadenas de iniquidad veo que estás.

24. Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que ninguna cosa de éstas que habéis dicho venga sobre mí.

25. Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, volvieron a Jerusalén, y en muchas aldeas de los samaritanos anunciaron el evangelio.

26. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.

27. Entonces él se levantó y fue; y he aquí que un etíope, eunuco, alto oficial de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros y había venido a Jerusalén para adorar,

28. volvía sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías.

29. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.

Hechos 8