18. Y llamándolos, les mandaron que de ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.
19. Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios,
20. porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
21. Ellos entonces los amenazaron y los dejaron ir, no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho,
22. pues el hombre en quien se había hecho este milagro de sanidad tenía más de cuarenta años.
23. Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
24. Y ellos, al oírlo, alzaron unánimes la voz a Dios y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;
25. que por boca de David, tu siervo, dijiste:¿Por qué se han amotinado las naciones,y los pueblos han pensado cosas vanas?
26. Asistieron los reyes de la tierra, y los príncipes se reunieron unánimes contra el Señor, y contra su Cristo.
27. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los del pueblo de Israel,
28. para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.
29. Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con toda osadía hablen tu palabra,