Hechos 16:19-39 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

19. Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los llevaron al foro, ante las autoridades;

20. los presentaron ante los magistrados y dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad

21. y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.

22. Entonces se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles sus ropas, les mandaron azotar con varas.

23. Y después que los hubieron herido con muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los vigilase con diligencia.

24. El que, al recibir este mandato, los metió en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.

25. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los que estaban presos los oían.

26. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudieron; y al instante todas las puertas se abrieron, y las cadenas de todos se soltaron.

27. Y al despertar el carcelero y ver abiertas las puertas de la cárcel, sacó su espada y se quería matar, pensando que los presos habían huido.

28. Pero Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, porque todos estamos aquí.

29. Él entonces, pidiendo luz, entró precipitadamente, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas;

30. y los sacó fuera y les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

31. Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa.

32. Y le hablaron la palabra del Señor, a él y a todos los que estaban en su casa.

33. Él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas de los azotes; y se bautizó en seguida, él y todos los suyos.

34. Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó de que con toda su casa había creído en Dios.

35. Y cuando fue de día, los magistrados enviaron alguaciles a decir: Deja ir a esos hombres.

36. Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Los magistrados han enviado a decir que se os suelte; así que ahora salid e id en paz.

37. Pero Pablo les dijo: Después de azotarnos públicamente sin ser condenados, siendo ciudadanos romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos sueltan encubiertamente? No, de ninguna manera, sino vengan ellos mismos a sacarnos.

38. Y los alguaciles hicieron saber a los magistrados estas palabras, los que tuvieron miedo al oír que eran romanos.

39. Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que saliesen de la ciudad.

Hechos 16