26. Y después de las sesenta y dos semanas, se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra las desolaciones están determinadas.
27. Y por una semana confirmará el convenio con muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda; después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá la desolación, y esto hasta que venga la consumación y se derrame lo que ya está determinado sobre lo desolado.