8. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no tenían reposo ni de día ni de noche, diciendo: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, y el que es y el que ha de venir.
9. Y cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y alabanza al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás,
10. los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
11. Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.