14. ¿Qué dios hubo de todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mis manos?
15. Ahora, pues, no os engañe Ezequías ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos ni de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mis manos?
16. Esto y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías.
17. Además de todo esto, escribió cartas en las que blasfemaba a Jehová, el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Así como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos.