8. Pero el hombre de Dios dijo al rey: Aunque me dieses la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar,
9. porque así me ha mandado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino por el que llegaste.
10. Se fue, pues, por otro camino, y no volvió por el camino por donde había ido a Bet-el.
11. Moraba entonces en Bet-el un viejo profeta, al cual vino su hijo, y le contó todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Bet-el; le contaron también a su padre las palabras que había hablado al rey.
12. Y su padre les dijo: ¿Por qué camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde había regresado el hombre de Dios que había venido de Judá.
13. Y él dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno y él lo montó.
14. Y fue tras el hombre de Dios, y le halló sentado debajo de una encina y le dijo: ¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? Y él respondió: Yo soy.
15. Le dijo entonces: Ven conmigo a casa y come pan.
16. Y él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo, ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar,
17. porque por palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan ni bebas agua allí, ni vuelvas por el camino por el que llegaste.
18. Y el otro le dijo: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Hazle volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. Pero le mintió.
19. Entonces volvió con él, y comió pan en su casa y bebió agua.
20. Y aconteció que, cuando estaban ellos sentados a la mesa, vino la palabra de Jehová al profeta que le había hecho volver,
21. y clamó al hombre de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dice Jehová: Por cuanto has sido rebelde a las palabras de Jehová, y no guardaste el mandamiento que Jehová tu Dios te había mandado,
22. sino que volviste, y comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jehová te había dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres.
23. Y sucedió que después que hubo comido pan y bebido, el profeta que le había hecho volver le ensilló el asno;
24. y cuando se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató; y su cuerpo quedó tirado en el camino, y el asno estaba junto a él, y el león también estaba junto al cuerpo.
25. Y he aquí, unos hombres que pasaban y vieron el cuerpo que estaba tirado en el camino y al león que estaba junto al cuerpo, fueron y lo contaron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba.
26. Y cuando el profeta que le había hecho volver del camino lo oyó, dijo: Es el hombre de Dios que fue rebelde a las palabras de Jehová; por tanto, Jehová le ha entregado al león, que le ha despedazado y matado conforme a la palabra de Jehová que él le dijo.