Santiago 2:21-26 Nueva Versión Internacional (NVI)

21. ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac?

22. Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo.

23. Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios.

24. Como pueden ver, a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe.

25. De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino?

26. Pues como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Santiago 2