4. La ciudad ocupaba una gran extensión, pero tenía pocos habitantes porque no todas las casas se habían reconstruido.
5. Mi Dios puso en mi corazón el deseo de reunir a los nobles, a los oficiales y al pueblo, para registrarlos según su descendencia; y encontré el registro genealógico de los que habían regresado en la primera repatriación. Allí estaba escrito:
6. La siguiente es la lista de la gente de la provincia, es decir, de aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se había llevado cautivos, y a quienes se les permitió regresar a Jerusalén y a Judá. Cada uno volvió a su propia ciudad,
46. Los servidores del templo eran descendientes de Zijá, Jasufá, Tabaot,
47. Querós, Sigajá, Padón,
48. Lebaná, Jagabá, Salmay,
49. Janán, Guidel, Gajar,
50. Reaías, Rezín, Necoda,
51. Gazán, Uza, Paseaj,
52. Besay, Meunín, Nefisesín,
53. Bacbuc, Jacufá, Jarjur,
54. Baslut, Mejidá, Jarsa,
55. Barcós, Sísara, Temá,
57. Los descendientes de los servidores de Salomón eran de las familias de Sotay, Soféret, Peruda,
58. Jalá, Darcón, Guidel,
63. De entre los sacerdotes, tampoco pudieron demostrar su ascendencia israelita los siguientes: los descendientes de Jabaías, Cos y Barzilay (este último se casó con una de las hijas de un galaadita llamado Barzilay, del cual tomó su nombre).
64. Éstos buscaron sus registros genealógicos, pero como no los encontraron, fueron excluidos del sacerdocio.
65. A ellos el gobernador les prohibió comer de los alimentos sagrados hasta que un sacerdote decidiera su suerte por medio del urim y el tumim.
66. El número total de los miembros de la asamblea ascendía a cuarenta y dos mil trescientas sesenta personas,
67. sin contar a esclavos y esclavas, que sumaban siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras.
68. Tenían además setecientos treinta y seis caballos, doscientas cuarenta y cinco mulas,