10. Ni permitan que los llamen “maestro”, porque tienen un solo Maestro, el Cristo.
11. El más importante entre ustedes será siervo de los demás.
12. Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
13. »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo.
15. »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Recorren tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando lo han logrado lo hacen dos veces más merecedor del infierno que ustedes.
16. »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Si alguien jura por el templo, no significa nada; pero si jura por el oro del templo, queda obligado por su juramento.”