16. y no permitía que nadie atravesara el templo llevando mercancías.
17. También les enseñaba con estas palabras: «¿No está escrito:»“Mi casa será llamadacasa de oración para todas las naciones”?Pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”.»
18. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.
19. Cuando cayó la tarde, salieron de la ciudad.