37. Como si huyeran de la espada, tropezarán unos con otros sin que nadie los persiga, y no podrán hacerles frente a sus enemigos.
38. Perecerán en medio de las naciones; el país de sus enemigos los devorará.
39. Aquellos de ustedes que sobrevivan serán abatidos en país enemigo, porque a sus pecados se añadirá el de sus padres.
40. »Pero si confiesan su maldad y la maldad de sus padres, y su traición y constante rebeldía contra mí,
41. las cuales me han obligado a enviarlos al país de sus enemigos, y si su obstinado corazón se humilla y reconoce su pecado,
42. entonces me acordaré de mi pacto con Jacob, Isaac y Abraham, y también me acordaré de la tierra.