33. El que lo recibe certifica que Dios es veraz.
34. El enviado de Dios comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción.
35. El Padre ama al Hijo, y ha puesto todo en sus manos.
36. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.